Perdí toda mi credibilidad analítica, cuando le dije a un buen amigo mío, siguiendo lo que se me había dicho en la facultad, que no hay ningún dato que no proporcione los resultados deseados, si lo torturas adecuadamente, y que, en esto, los economistas éramos unos expertos. Pero, haciendo gala de mi honestidad, hoy, les voy a presentar unos datos “en estado puro” que creo, que al verlos, llegarán a la misma conclusión que yo.
En dos de mis últimas entradas, a raíz de la compaña electoral en Estados Unidos, he insistido en dos aspectos: la importancia que el discurso de la autonomía energética tiene para ambos candidatos –Obama y Romney-, y el cambio que, tal eventualidad, supondría en la geo-política mundial. Después de escuchar, al uno y al otro, decidí buscar algunos datos.
Primer dato. Producción de energía primaria en EE.UU., por tipo de energía
Desde 1973 hasta la actualidad, salvo algunos años extraños, el grueso de la energía primaria que se produce en los EE.UU. es de origen fósil. Es cierto que hay una cierta progresión de otras fuentes de energía, pero esta avance, reposa, al menos tanto sobre la energía nuclear, como sobre las renovables. De ahí que, por mucho que se pretenda lo contrario, el modelo energético made in USA reposa, mucho más que en Europa, sobre la energía no renovable, contaminante y monopolística –fósil y nuclear-; y, el progreso en las energías renovables es bastante limitado.
Segundo dato. Evolución de las importaciones y exportaciones de energía primaria de EE:UU.
Desde 1974 hasta 2066, salvo de episodios en 1979 y 1986, la tendencia de Estados Unidos de importar energía primaria del exterior ha sido creciente, pero desde esta última fecha, la tendencia es la contraria. Este cambio coincide con el aumento de las exportaciones de energía primaria desde EE.UU. hacia el resto del mundo. Puede no parecer mucho, pero desde 2006, hasta hoy en día, se han duplicado. Así, estos datos nos dicen que el primer consumidor –e importador- de energía del mundo está comprando menos, en el exterior, y está vendiendo más.
Tercer dato. Peso de la producción nacional en el consumo de energía de EE.UU.
Y, éste es mi preferido, por todo lo que se ve en él. Desde 1974 hasta 2006 – y sobre todo desde inicios de los 1980s- la proporción de energía primaria de origen exterior ha sido creciente en el consumo estadounidense; pero, en sólo cinco años, se ha producido un cambio relevante: de producir localmente un escaso 69% de lo que se consumía, se ha pasado a un 80% en 2011. Por tanto, eso quiere decir que en sólo 5 años, el primer comprador internacional de energía primaria mundial, ha dejado de comprar casi un 16% de lo que compraba. Eso, es mucho y, necesariamente, ha de tener consecuencias en la geo-política mundial. Haciendo un paréntesis, que no puedo evitar, diré que, en esta serie de datos, también se ve otra cosa “extraordinaria”, que es que en los años en los que el precio del petróleo se hundió (mediados de los 1980 y 1998) son los mismos en los que EE.UU. prácticamente dejo de comprar fuera -el caso del 79 es distinto. Ustedes mismos sacarán sus conclusiones… Estos tres datos, hoy por hoy, ¿qué nos dicen? Fundamentalmente, aun no siendo, ni mucho menos, conclusivos sobre la hipotética autonomía energética de USA, sí que lo son en que ha habido un cambio significativo en la tendencia de la política energética de Estados Unidos, en el último lustro. En el mundo del discurso políticamente correcto en el que nos movemos, lo lógico sería pensar que este cambio es para bien; así la menor dependencia energética se traduciría en un aumento de la producción local de renovables, pero eso no es lo que se ve en los datos, ni lo que nos dicen los analistas. Así, debemos pensar que la real disyuntiva estadounidense es entre lo malo y lo malo. Aunque sea un poco largo, les recomiendo que lean este debate entre George Montbiot y Theo Simon para entender de las maldades de las que les hablo.
Cuarto Dato. Generación de electricidad por fuentes de energía.
En cuanto al aumento de la generación de electricidad, aunque el carbón presente una tendencia decreciente y el gas creciente, en este último año ambas fuentes han experimentado un crecimiento notable. Por tanto, hoy, parece que el crecimiento en el consumo de electricidad, reposa sobre las fuentes fósiles.
Quinto dato. Evolución de la producción de Gas Natural en Estados Unidos
Se prevé que casi el 50 por ciento de la futura producción de gas natural, provenga de fuentes no convencionales, cuya extracción, incluso la propia Energy Information Administration reconoce que es potencialmente peligrosa, pero que es de origen nacional. Eso ya sé que es especular, pero… ¿tendremos un coche eléctrico alimentado con energía sucia?
De todos estos datos, ¿qué deduzco?. La verdad es que no se observan grandes cambios en el modelo fósil vs. no fósil de Estados Unidos, pero sí que, desde mi punto de vista, hay dos elementos relevantes: a) lo que yo interpreto como una cierta confirmación de que en USA, tanto demócratas como republicanos, llevan tiempo apostando por la producción nacional en detrimento de la importada y, b) la paradoja de que aunque nos movamos del petróleo a la electricidad (cuya muestra más evidente es el coche eléctrico), podría ser que la fuente que nutriera ese transporte limpio fuera cualquier forma «moderna» de energía fósil (carbón limpio, gas no convencional ….)
El corolario de estas dos observaciones es algo, para mi, curioso, pues nunca lo había pensado antes. En la batalla energética que se está librando en USA, los grandes ganadores son los llamados productores independientes, los pequeños productores de Texas, de Pennsylvania y, ahora, de Dakota del Sur, de Colorado y otros…que, siempre estuvieron allí y que fueron los que, de verdad -más que las supermajors internacionales-, públicamente presionaron en las campañas presidenciales. Si de verdad hay una apuesta por la autonomía energética en Estados Unidos, visto el poco peso del sector renovable, las llamadas independientes serán las grandes ganadoras del nuevo escenario energético.
Ecológicamente se «te ponen los pelos de punta» y democráticamente, otro tanto, pero para un analista de la geo-política de la energía es fascinante: ¿Qué pasará en la geo-política mundial si Estados Unidos se va retirando progresivamente del «mercado» internacional?
Leyendo tu articulo se me ocurren algunas preguntas ¿Pero tiene suficientes reservas de hidrocarburos para ser autosuficiente?. ¿aumentaran los precios de la energia en USA al no importar crudo o gas foraneo ¿ ¿ no frenara una posible recuperación de la economia americana ?
Gracias Miguel Angel por ser un tan buen comentarista. Lo cierto es que no sé cuántas reservas hay en Estados Unidos, máxime cuando tengo la sospecha de que detrás del auge del gas y petróleo no convencional hay una buena burbuja especulativa. Dicho esto, honestamente, yo no creo que de verdad EE.UU. vayan a ser autosuficientes, salvo con unos costes enormes ecológicos y sociales. Sin embargo, sí que creo, y hoy lo he confirmado en la presentación del informe de la IEA sobre Iraq, que ya comentaré a su debido tiempo, que algo ha cambiado en la política energética exterior de EE.UU. No te sé decir si es buscado o si es el resultado de un cúmulo de casualidades, como tampoco puedo decir si los signos que ahora se ven no acabarán cuajando en una tendencia a largo plazo. A pesar de ello, sea lo que fuere, es distinto de lo que había.