Esta semana, en mi más estricta intimidad, he celebrado el primer aniversario de Nuevas cartografías de la energía. El 14 de diciembre de 2011, el blog se estrenó con una entrada sobre la fallida Cumbre de Durban. El azar ha querido que, un año después, en esta semana se celebrara, casi sin pena ni gloria, la también fallida Cumbre de Doha. En esa primera entrada ya expresé mi opinión sobre estas cumbres. A lo largo de este año, ésta no se ha modificado ni un ápice: las cumbres energéticas-ambientales eran, y son, la perfecta coartada para el inmovilismo de todos, bajo la excusa de que no se alcanzan acuerdos globales.
Mientras nos movíamos de cumbre fallida a cumbre fallida, ¿qué he ido aprendiendo, entrada tras entrada? Creo que no me equivoqué en querer hablar sobre las relaciones de poder en las relaciones energéticas, pues espero, entrada a entrada también, haber aportado argumentos a favor de la idea de que lo que nos impide cambiar de modelo energético no son ni las fuentes, ni la tecnología, ni los costes; son determinados grupos de poder que entorpecen y paralizan cualquier propuesta que les pueda menguar su posición de privilegio en el sistema.
Sin embargo, lo que no pensé hace un año es que para justificar mis opiniones, en vez de hablar de macro-proyectos centralizados de producción y comercialización de energía renovable, como los de Desertec o Roadmap 2050, que ocuparon mis primeras entradas; acabaría hablando cada vez más de tres cuestiones que, admito estaban fuera de mi imaginación cuando Nuevas cartografías…inició su singladura. Estas tres cuestiones son el poder de los monopolios eléctricos en España; el creciente peso del carbón en las relaciones energéticas internacionales y el giro que, en éstas, está suponiendo la insensatez de la explotación de los petróleos y gases no convencionales, en cualquier país en el que los hubiere, con el fin de lograr una supuesta autonomía energética.
La última muestra de esta insensatez me ha llegado hace un rato, bajo la forma de una petición de Avaaz para que en España se prohíba la extracción de gas mediante fractura hidráulica (fracking en su término en inglés).
No quiero, en una entrada de aniversario, transmitirles mi pesimismo sobre los cambios que estamos experimentando en el modelo energético, pero cada vez me temo más que lo único que estamos haciendo es adaptar al capitalismo del Siglo XXI el modelo energético de finales del Siglo XIX y de inicios del XX. Por ello, tiendo a pensar que en el segundo año de Nuevas cartografías de la energía, de una manera u otra, la minería del carbón, los «nuevos» petroleros no convencionales y la re-nacionalización de las políticas energéticas de los países consumidores serán, todavía más, protagonistas de las futuras entradas.
Sin embrago, ahora, en el presente, me gustaría hacer un pequeño balance de los 12 meses de actividad blogera. En total, han sido 42 entradas, lo que, si hiciéramos una media, equivaldría a 3,5 entradas por mes. Mis lectores saben que no he tenido esta regularidad, ya que a veces he publicado varias entradas en pocos días, y otras, como ahora, llevo un mes sin escribir nada nuevo. Intentaré mejorar mi regularidad.
Por lo que se refiere a los comentarios, he tenido 69. Me hubiera gustado tener algunos más, pero estoy bastante esperanzada, pues en los dos últimos meses, he tenido comentaristas, que han inyectado savia nueva al blog. Veremos cómo va, pero ya, a día de hoy, agradezco a todos aquellos y aquellas que han participado en la aventura de Nuevas cartografías…¡Ojalá se consolide la tendencia del último mes! y este blog se convierta en un foro de debate sobre cómo lograr un modelo energético más justo.
En este balance, lo mas curioso es la distancia entre las entradas más populares entre mis lectores y lectoras y las que a mi me gustan más. Ello me lleva a replantearme, aunque no he adoptado ninguna decisión al respecto, la función de este blog, pero, lo más probable es que siga con la más tónica de ahora: la de buscar un equilibrio entre la actualidad energética y las reflexiones más morales-conceptuales, pues las entradas de más éxito han sido del primer tipo, mientras que a las que, yo, a las que más cariño les tengo, son del segundo tipo.
Por si alguien siente curiosidad, las entradas más populares han sido aquellas vinculadas a la serie de Intentando entender la factura eléctrica, aunque la que tuvo más entradas en un día, con un récord absoluto y nunca más alcanzado -256 entradas en un día-, fue la de Repsol perdió una ficha en el casino global. En cambio, si tuviera que escoger, mis cinco entradas predilectas, por orden de publicación, son la de Propiedad privada, mercado y dogma; la de El final B de ¡qué bello es vivir!; la de Negro futuro; la de Democracia y energía y la de la Lección de la tragedia de Fukushima. No creo que sea, porque son las mejores, sino porque reflejan mucho mejor mis «neuras».
Bueno, no quiero aburrirles, pero si agradecerles profundamente haber sido lectores, lectoras o comentaristas, esporádicos o fieles, del este blog. Se lo agradezco porque gracias a mi empeño de transmitir ideas u opiniones a internautas diversos, egoistamente, he pensado y he aprendido más de política y relaciones energéticas en un año que en toda mi vida anterior ¡Gracias y espero encontrarles aquí cuando Nuevas cartografías de la energía celebre el segundo aniversario!
Te felicito Aurita, tienes clarividencia para pensar, investigar y comunicar. Sigue con tu blog que incluso los lerdos, algo aprendemos
La política energética y su relación con el monstruo que lo abarca todo, esa crisis interminable(financiera, económica) son dos temas fundamentales de nuestro tiempo. Y ambos asuntos están muy relacionados. De modo que para los que nos preocupamos de las relaciones internacionales -por vocación personal o por motivos profesionales- esta bitácora cumple una función esencial. Se refiere a un ámbito que para algunos -como yo- está más oscuro.
Por otro lado, es normal que lo que que interesa a la autora no siempre sea lo que más atrae a quienes la siguen. Esto es un clásico. Tuve un jefe que presentaba y editaba un telediario y todos los días -siempre al final- hacía una pequeña encuesta para saber qué había llamado más la atención entre la audiencia. Casi nunca eran los titulares. Quizá porque los titulares se dan por supuestos y lo que se entresaca de entre los demás contenidos funciona -mentalmente- entre los espectadores como si fuera un hallazgo de la propia audiencia. Las dos cosas tienen el mismo origen, la misma importancia y son el resultado del mismo trabajo intelectual. Con los mejores deseos de continuidad y para que los demás sigamos ilustrándonos con tu esfuerzo. Gracias bella.
Paco Audije
Periodista.
Feliz, primer aniversario.
Gracias por tus esfuerzos.
Hole Aurelieta,
Felicidades en tu primer aniversario y que cumplas muchos mas.
Felices festes, que lo paseu be en Eivissa.
Julian
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