Esta mañana he asistido a un acto en ESADE, en el que se presentaba el informe 2012 sobre Fondos Soberanos. Me perdonarán los organizadores, pero ha sido vergonzoso.
Para aquellos y aquellas que no sepan qué son estos fondos, basta decir que son unos fondos de inversión, en función de los casos, estatales, gubernamentales o públicos que se nutren de los superávits de comercio exterior (fundamentalmente saldos de las balanzas por cuenta corriente) y que se invierten en el extranjero. A quién no le suene el término fondo soberano, tal vez le suene el de petrodólar. Los fondos soberanos de hoy, tienen su origen en los petrodólares de ayer, aunque en los últimos años se nutran también de los excedentes comerciales de China, de otras economías asiáticas y, poco poco, de algunas economías americanas o africanas. Desde este punto de vista, no son un fenómeno nuevo, pues ya en el 1961, el incipiente Kuwait Investment Office (KIO), financiaba al ayuntamiento de Londres. Posteriormente, en los 1980s estos fondos, entones en su forma primitiva de petrodólares, tristemente, se hicieron famosos con la crisis de la deuda de América Latina y, como resultado de la desintegración de la URSS y la crisis asiática de 1997, se han generalizado como instrumento de inversión de las llamadas economías emergentes. Cabe decir, sin embargo, que uno de los más potentes y famosos el el fondo de pensiones de Noruega.
Pues bien, la presentación de hoy, no tenía como objetivo contarnos estas cosas, sino decirnos la oportunidad que, para España, hoy, representan estos fondos.
Además de la bienvenida -sobre la que hablaré después-, el acto ha tenido tres partes. En la primera, Javier Santiso, profesor de ESADE y vicepresidente del ESADE Center for Global Economy and Geopolitics (ESADEgeo), autor del Informe, lo ha presentado. De mis notas del acto destacaría dos aspectos: a) su insistencia en que estos fondos son una gran oportunidad para España, que, ya hoy en día, es el principal receptor de los mismos en la Unión Europea, y b) lo que él ha declarado que podían ser los sectores de interés y/o atracción que España ofrecía a estos fondos. Los pueden leer en la página 48 del informe, pero se los digo. Primero, algo que podría parecer normal, las grandes empresas españolas, por sus activos en las economías de America Latina -no por nada que tenga que ver con la estructura económica del país, pero lo que viene a continuación ya no lo es: los clubes de fútbol -especialmente el Barça y el Madrid-; las escuelas de negocios -especialmente ESADE, IESE y EADA- y la cooperación española.
Sorprendente, ¿no?. La gran esperanza de la economía -y, por tanto, entiendo de la sociedad- española es que los fondos soberanos se fijen en el Barça o el Madrid, en ESADE o el IESE, y en la aniquilada cooperación española. En este punto del acto, he echado de menos a José Luis Berlanga. Dudo si al Berlanga de Bienvenido Mr Marshal o el de La Escopeta Nacional, aunque, en realidad, sólo he acudido a este toque de humor para no pensar en la Habana de Batista o en cualquier República Bananera del planeta.
En la segunda parte, reconozco que tanto el representante de Gas Natural-Fenosa, el Sr. Antonio Basolas, como el de Indra, el Sr. Julián de Unamuno, han salido airosos de una situación espinosa, tener que decir lo contento que está tu empresa de tener a estos fondos por socios y/o accionistas y responder a un moderador que se dirigía a ellos de tú; pero, desde mi punto de vista, éste no ha sido el caso para el represente de KPMG, pues éste, el Sr. Antonio Hernández, depués de explicar que KPMG se está posicionando como consultor para estos grandes fondos internacionales, ha dicho lo que todos los demás se habían guardado de mencionar: el gran potencial que el sector inmobiliario español tiene para estos fondos. Potencial, ahora que están a precio de saldo, y potencial que -según mi interpretación- ya explicaría porque España es el país de la Unión Europea que más inversiones de este tipo ha recibido.
La guinda ha llegado en la tercera parte del acto, con el Secretario de Estado de Comercio, el Sr. Jaime García-Legaz. Yo había acudido al acto, por el interés académico que tengo por cómo los Fondos Soberanos pueden cambiar -y de hecho la están cambiando- las relaciones internacionales de las economías petroleras; pero, mi parte de economista y de profesora de política económica -la de ciudadana, ya ni se lo digo- ha encontrado repulsiva la intervención de nuestro Secretario de Estado de Comercio. Por si quienes leen este blog no lo saben, estamos en el momento propicio para atraer inversión (ha insistido mucho en ello), pues ya hemos hecho todas las reformas necesarias -especialmente la laboral- en tiempo récord y de forma ejemplar, para que los inversores acudan a nuestro país. Él no ha hablado de clubes de fútbol ni de escuelas de negocios, pero sí del sector bancario y financiero y del inmobiliario. No exagero, ha habido un momento que he pensado que se le escaparía lo de Eurovegas.
En resumen, la crisis y el ajuste, en España han servido para que atraigamos fondos de inversión -en muchos casos fuera de supervisión y regulación- para que nos compren, a nosotros mismos o lo nuestro. De pequeñas y medianas empresas, de economía del conocimiento, de entrepreneurship, de creación de un nuevo modelo productivo, nada de nada…. Más allá de lo dicho, en passant, de lo que a estos fondos les podría apetecer nuestro sector sanitario (comentando las gráficas del informe de las páginas 18 y 19)
Una vez más, sobran las palabras, pero, hoy, por fin he entendido la noticia que apareció el pasado 4 de febrero en El País. Su titular rezaba así, España olvida el ahorro de energía con la factura de crudo a máximos. Y, su subtítulo El Gobierno liquida planes de eficiencia mientras la importación de carburantes sube a 45.000 millones ¿No lo entienden? Yo sí, lo veo todo claro. En España apostamos por seguir con la importación de hidrocarburos, no por lo que hoy ha dicho el Secretario de Estado, y cito literalmente, de que tenemos que importar nuestra energia, porque no la tenemos; sino porque mientras sigamos comprando petróleo, seguiremos alimentando a los Fondos de Inversión -a los petrodólares- que servirán para invertir en el país.
Es un círculo virtuoso: compramos petróleo, atraemos petrodólares, alimentamos burbujas inmobiliarias, nos endeudamos, seguimos comprando petróleo, atraemos petrodólares para financiar las deudas, sacamos trabas y vendemos alguna cosilla más,…. En fin, que esta debe ser la razón de fondo para no apostar por la energía que sí que tenemos (el sol y el aire) y para seguir importando hidrocarburos, pues visto así, el cambio, sería un desastre.
De todo ello, lo que más pena me ha dado, es que quién ha inagurado el acto es el Decano de ESADE, Alfons Sauquet, que ha hecho una bonita introducción hablándonos de Marc Bloch, de los Annales d’Histoire Économique et Sociale, de la ocupación Nazi y del régimen de Vichy como resultado del colapso moral de Francia y de su falta de liderarzgo político, económico, social e intelectual. Al oir todo ello, pensé que me dirían que los Fondos Soberanos, ante nuestro colapso, eran una oportunidad para nuestra regeneración moral y para el renacimiento de una nueva ética empresarial. Pero, no amig@s bloguer@s, después de las explicaciones escuchadas, creo que todavía nos tenemos que hundir más en el cenagal.
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Reblogged this on Maribi Arnedo and commented:
Muy interesante. Por fin empiezo a hacerme una idea de qué es eso de los «fondos soberanos» tan maravillosos que nos quieren vender…