Pobreza energética, ¡suerte que España es un país cálido!

Hace unos días, a través del twitter, me llegó un informe de la Association for the Conservation of the Energy, titulado the Cold Man of Europe. Este informe empieza con la siguiente frase, fuel poverty is a major social crisis in the UK. There are over five million households in fuel poverty needing to spend more than 10% of their income on energy in order to keep warm. This number will increase significantly if gas prices rise as the Government expects.

Al leerlo me he ido a buscar los datos, pues lo que nos dice este informe es que en uno de los pocos productores de gas y petróleo europeos -además de carbón-, un porcentaje significativo de sus habitantes son pobres, energéticamente hablando. Es decir, están excluídos del uso que consideraríamos socialmente, «normal» de la energía.

Es cierto que desde inicios del Siglo XXI, la producción de petróleo y de gas en el Reino Unido ha decrecido sustancialmente, pero, a pesar de ello, según los datos de la Agencia Internacional de la Energía, en 2009, todavía tenían la capacidad de producir un 80% del total de la energía que se consumía en este país y, hoy en día, según los balances que ofrece la Agencia de Información Energética de Estados Unidos, la producción autóctona sería suficiente para cubrir el 63% del consumo nacional. Puede parecer poco, pero si se miran los mismos datos para España, en el 2009, contando la energía nuclear como propia, no llegábamos ni al 24%, y en la actualidad esta cifra es bastante similar.

Ni un país ni una economía es, a priori, mejor o peor por los recursos energéticos que posee, pero he querido realizar esta comparativa, porque podría servir de lección para España. Los datos que acabo de mostrar nos dicen que, a pesar de la riqueza fósil del Reino Unido, sus habitantes pasan frío. De ahí que concluya que no hay una relación entre riqueza en fuentes primarias de energia y bienestar energético de la población.

Esta es la primera lección que extraemos del informe, pues éste muestra que un país puede ser pobre energéticamente aunque sea rico en energía fósil e, incluso, «tenga» alguna de las primeras empresas energéticas del mundo como British Petroleum. Así que, en España, seamos muy cautos a la hora de apostar por producciones supuestamente nacionales, como las que, se especula, tendremos gracias al uso de la técnica del fracking en la Penísula o a la extracción de petróleo convencional en las Islas Canarias. De hecho, el contra-ejemplo del Reino Unido pone en tela de juicio esta creencia.

En realidad, no se ha de ser muy list@ para saber por qué dicha relación no se produce:  en el Reino Unido hay pobreza energética, porque en el gasto de las familias, la factura energética representa un porcentaje excesivamente elevado para -según el informe- 5 millones de hogares. Ante ello sólo hay dos explicaciones posibles; o la industria cobra unos precios abusivos o las personas perciben unas ingresos insuficientes. Ambas cosas podrían ser verdad en el Reino Unido, pero seguro que lo son en España.

Desgraciadamente en el informe citado no se habla de España, pero leo en las estimaciones de la Unión Europea que, aquí, casi un 1,9 millones de hogares son «pobres energéticamente», lo que significa que, también, más del 10% de la población lo es. Estos datos son de un informe del 2010, por tanto, a día de hoy, con más de 6 millones de parados, la cifra se habrá disparado. A ello apunta el pionero informe realizado por la Asociación de Ciencias Ambientales.

Teniendo en cuenta las causas de la pobreza energética en Inglaterra, es facil asumir que en un contexto como el Español, esta pobreza silenciada, también irá en aumento, salvo que el buen clima nos salve de ello. De hecho, es extraño que no aparezcamos ya, pues según datos del Departamento de Energía&Cambio Climático británico, los españoles pagamos una factura eléctrica mucho más elevada que la de los británicos.

Sin título

Así, para España, la segunda lección de este informe es que si la pobreza energética no viene determinada por la cantidad de energía que se tenga, sino por la capacidad de los usuarios finales de acceder a la misma -lo que en economías «de mercado» como las nuestras, implica que la puedan pagar-, en esto, también, España va mal. Hoy ya, gracias, al extremo poder de monopolio de las compañías que operan en el país, los hogares  pagamos una de las facturas energéticas más elevadas (en términos absolutos y relativos) de la Unión Europea. Y, gracias a que importamos casi toda la energía primaria del exterior, el país paga una de las más abultadas facturas energéticas exteriores por importar crudo, gas y combustible nuclear. Sólo en hidrocarburos, según los últimos datos, en momento de crisis, unos 50.000 millones de euros.

Ya he comentado en otras entradas, el potencial que tendría convertir este gasto en combustible en una inversión, pero más allá de ello, hoy, no se ha de olvidar que esos miles de millones engrosan nuestro déficit exterior, y con ello -aunque sea indirectamente- nuestra deuda. Deuda que, ahora ya lo hemos aprendido, la pagamos recortando el trabajo, los derechos sociales y la vivienda de la población. Por tanto, de forma indirecta, por pagar nuestra factura exterior energetica, acabamos sin poder pagar la doméstica.

Una vez más, nada de esto tiene sentido -al menos «sentido común». Por ello, si no queremos sumar la pobreza energética a todas las que ya vamos teniendo, este informe nos da pistas del camino a seguir:

1) no entrar en quimeras sobre una hipotética mayor autonomía fósil en España

2) acabar con un poder de los monopolios energéticos, que se traduce en continuos e injustificados aumentos en nuestra factura eléctrica

3) invertir en la creación de una nueva forma de producir -y usar- energía, en vez de gastar estérilmente miles de millones de dólares en el exterior que, acaban empobreciendo a los españoles.

Visto que no lo hacemos, no debe ser fácil, pero en un día como hoy, en el que la EPA ha vuelto a caer como un mazazo encima de nuestras consciencias, creo que ha llegado el momento de probar algo nuevo ¡Atrevámonos!

5 comentarios en “Pobreza energética, ¡suerte que España es un país cálido!

  1. ¡Atrevámonos! Estoy de acuerdo. pero ¿qué se puede hacer a pequeña escala? por ejemplo a nivel municipal ¿existen experiencias para frenar la pobreza energética desde las administraciones?

  2. Pingback: Las insondables vías de la pobreza energética | Nuevas cartografías de la energía

  3. Pingback: PROBREZA ENERGÈTICA | CMES

  4. Me quedo con esta frase para la reflexión: «Ni un país ni una economía es, a priori, mejor o peor por los recursos energéticos que posee». Desde el nacimiento de la doctrina económica del desarrollo a finales de los 40, con el nacimiento de las organizaciones de Bretton Woods (el Banco Mundial y el FMI) se ha avanzado mucho en el análisis de las causas que originan la pobreza y la efectividad de diversas estrategias para mitigarla. Sin embargo, parecemos tan incapaces de poner en marcha esas estrategias en los países pobres como de identificar la existencia de esos mismos problemas raíz en los países ricos. De los 7 paradigmas del desarrollo que se han postulado desde la segunda guerra mundial, el primero en ser demostrado erróneo (o insuficiente) para explicar la pobreza fue el de la escasez de capital. El modelo de Harrod-Domar que relaciona el PIB de un país con su stock de capital falla porque obvia la importancia de las instituciones democráticas y los mercados competitivos en la determinación de un sistema justo de repartición de recursos. En otras palabras, no importa el gas, carbón o petróleo que posea una nación; si sus democracias son corruptas y están en manos de lobbies que fomentan el oligopolio, los incentivos a la competitividad desaparecen y los abusos de unos pocos llevan a la pobreza de otros muchos. Las propuestas de la escuela neo-institucionalista de Ronald Coase a este respecto me parecen muy interesantes. Hace falta más educación y más democracia, en todos los ámbitos, pero sobre todo en el energético por motivos de urgencia medioambiental y (a la vista de tu post) social.

  5. Hola a todos puedo aportar algunos datos practicos sobre UK a parte de los que ya ha añadido Aurelia actualmente estoy viviendo en Dundee Escocia, esta ciudad esta situada a orillas del mar Norte en frente del sur Noruega y como aquel que dice a tiro de piedra de los pozos de extraccion de crudo y gas .El precio del litro de gasolina ronda entre 1,5 -1,3 pound (libras) hemos de recordar que la libra suele estar 1,2 euros .¿Como no va a ver pobreza energetica ?.El precio es desorbitado aunque estamos al lado de los pozos .Nadie sabe en Escocia con seguridad cuanto dinero ni crudo se extrae realmente del Mar del Norte .El mes pasado hubo una serie de protestas organizadas por el partido nacionalista escoces en las gasolineras reivindicando mayor transparencia y una ley estabilidad sobre el precio de los carburantes.Mientras el viento no para en esta zona de hecho el puente de 2 km que divide las dos partes de la ciudad se cierra a veces al trafico por High winds .Hay un viento fuerte y constante en esta zona que yo no paro de mal decir pero que es una enorme fuente de riqueza sin embargo no he visto ningun parque eolico .

    Un saludo

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