El pasado 31 de Julio, el periódico alerta digital publicaba un artículo sobre Gaza en el que se sostiene que para encontrar una de las causas del ataque israelí contra Gaza hay que profundizar porque esa causa se halla exactamente a 600 metros por debajo del nivel del mar y a 30 kilómetros de la costa de la franja de Gaza. Allí, en las aguas territoriales palestinas, se encuentra un importante yacimiento de gas natural, el llamado Gaza Marine, estimado en 30 000 millones de metros cúbicos. El artículo proporciona un mapa totalmente creíble, y probablemente cierto, sobre la ubicación de esos yacimientos, y añade que según otro mapa elaborado por el U.S. Geological Survey, también existen otros yacimientos en tierra firme.
Sigue el artículo relatando que esta es una cuestión que data de 1999 y que, entonces ya, Arafat como líder de la Autoridad Nacional Palestina había otorgado la concesión a Gaza Marine un consorcio formado por British Group y la empresa palestina Consolidated Contractors, teniendo, además, la Autoridad Palestina un 10% de la participación en el negocio.
Por los avatares del conflicto en Oriente Medio, según relata el artículo, la posibilidad de obtener estos ingresos se perdió, pero en fechas muy recientes, después de la formación de un nuevo gobierno palestino el pasado 2 de junio, pareció que se pudiere alcanzar un acuerdo entre Palestina y Rusia para la explotación de estos yacimientos. Así, según alerta digital, se dio inicio a la operación «Margen protector», que forma parte de la estrategia de Tel Aviv, que busca apropiarse de las reservas energéticas de toda la cuenca del Levante, incluyendo las de Palestina, las del Líbano y las de Siria. Y también encaja en la estrategia de Washington que […] impide que Rusia vuelva a ganar influencia en la región.
No sé cuánta verdad hay en esta historia de los yacimientos, puede ser verdad, pero creo que en un momento como el actual, esta notica no debería haber sido publicada. Lo que ocurre en esa zona del mundo, no se debe al petróleo. Como he sostenido, y allí era más difícil de creer, que la causa de última invasión de Iraq, tampoco lo fue; aunque ello no quite que parte de sus fronteras del Siglo XX se trazaron para controlar el petróleo que allí había.
En Iraq, emperrarnos en decir que lo que quería Estados Unidos era controlar el petróleo de Iraq nos llevó a no valorar adecuadamente el peso de la ideología retrógrada, integrista y conservadora que se escondía detrás de tal actuación. Hoy, decir que la causa de la aniquilación que hoy ocurre allí es el petróleo, es faltar a la verdad.
El pasado 29 de Julio, Rob Prince en su blog, escribía que the goal of this Israeli war against Gaza was to make life so miserable for the Palestinians there, the destruction of virtually the entire infrastructure, that organized life there would simply collapse (no electricity, less and less drinkable water, all institutions of modern life – schools, hospitals, etc) and that the goal here is an ethnic cleansing. Está claro que este no es el único caso en la historia, pero para una persona, como yo, que he pasado muchos años leyendo sobre historia colonial de Argelia, leer esta frase me recordó las explicaciones de Pierre Bourdieu y Abdelmalek Sayad sobre la política de reagrupamientos que los franceses impusieron a los argelinos en plena Guerra de Independencia (1954-1962) en Le Déracinement, publicado en 1964. Traigo esta analogía a colación, porque aunque la situación de la Argelia colonial no sea plenamente comparable con la de Israel y Palestina, sí que tiene muchos puntos en común. El que más, que son espacios habitados por generaciones de colonos -respaldados por potencias- por que consideran que esa Argelia o este Israel es el que ellos han construido, y que en ella o él, no tienen cabida los que allí estaban. Pueden leer la historia de Argelia para saber cómo allí acabaron las cosas. Probablemente «se hizo justicia», pero fue una tragedia para todas las partes que nunca se ha superado.
Una segunda similitud la veo ahora en el artículo de prensa digital que ahora comento. Buena parte del análisis que se ha hecho sobre las causas de la absoluta alienación de los autóctonos que habitaban Argelia, antes de que llegaran los franceses y de la larga y cruel guerra, se basa en decir que Francia no quería perder Argelia por el petróleo. Nunca pensé que eso fuera verdad, pero con los años he observado que cuando no se sabe cómo explicar cualquiera de las cosas que ocurren en Oriente Medio y el Norte de África, se recurre al petróleo. El petróleo está en la causa de innumerables injusticias y tragedias en la región, pero no es la explicación de todo. Y, evidentemente, no es la explicación a lo que ocurre en Gaza. Decir algo como lo que sostiene ese artículo es irresponsable, pues sólo sirve para enmascarar la realidad y dar excusas a quiénes pretenden realizar esa limpieza étnica.
Una vez más, suena a soberbia, lo sé; pero, francamente, si no se sabe qué decir, mejor es no decir nada, pues si bien los argumentos tipo petróleo y rivalidad tipo guerra fría son muy atractivos y los ciudadanos tendemos a «comprarlos», son completamente inútiles, además de perversos, cuando se están aniquilando vidas y vulnerando todos los derechos posibles de las personas. Que nadie se lleve a engaño, lo que ocurre en Gaza es un crimen contra la humanidad. Hoy, decir cualquier otra cosa es dar una coartada a quién los comente y a quién les avala. Así que, repito, si no se sabe qué decir, mejor callar.
Muchas gracias, Aurèlia, tus observaciones nos ayudan a no olvidar lo importante: se trata de un crimen contra la humanidad que debe cesar de inmediato y cuyos responsables han de rendir cuentas más pronto que tarde.
Muy cierto. El petróleo sirve en casos como los descritos para vestirse con la capa de una falsa reflexión estratégica. En los varios años que pasé cubriendo la última guerra civil argelina (en mi caso entre 1995 y 2003), no faltaban este tipo de colegas, de «periodistas» previstos de textos de falsos analistas. Normalmente, no eran los reporteros que viajaban a Argelia, donde se explican muchas cosas con el poder de la empresa nacional de hidrocarburos; pero no cualquier cosa. Sobre el terreno, era fácil ver que esos listillos no habían pisado las calles de Argel en su vida.
Y el colmo del despiste. Tuve también varias veces algún debate, con alguno de éstos, ni periodistas, ni estrategas, empeñados todos los días ¡en atribuir y encontrar petróleo en Kosovo para explicar las limpiezas étnicas! Por supuesto, destinado a abastecer y engordar a Estados Unidos…
En fin, el delirio es una forma fácil de evitar afrontar el estudio de los problemas, del carácter contradictorio de nuestro mundo y de su complejidad. Gracias por el toque de atención a quien corresponda. PACO AUDIJE (periodista).
Muchas gracias. Una muestra más matizada, pero de un periódico serio como es Le Monde, la tenemos aquí http://www.rtbf.be/info/monde/detail_gisements-gaziers-au-large-de-gaza-la-face-cachee-d-une-guerre?id=8322286