Hace unos días, llegó a mis manos un escrito de una colega en el que en una nota a pie de página aparecía un nombre del que yo nunca había oído hablar: Conrad Kilian.
Empecé a buscar sobre el personaje y mi sorpresa fue mayúscula al leer que Conrad Kilian es considerado el descubridor del petróleo argelino. Puede que para ustedes esta cuestión sea anéctodica, pero para alguien como yo, que hizo su tesis doctoral sobre Argelia y que desde los años 1990s se interesa por este país y sus hidrocarburos, el descubrimiento me dejó muerta. Así que desde hace tres días, en mis ratos libres, no he hecho otra cosa que empezar a recabar información sobre esta persona y sus andanzas. Ya he adquirido, a través de internet, un par de biografías; adquirí también -a través del Institut National de l’Audiovisuel francés- y visioné un programa televisivo de 1980 (Alain Decaux Raconte), titulado Conrad Kilian, prophète du pétrole y he buceado por la red a la busca de más información.
Conrad Kilian, tiene entrada en Wikipedia , y existen diversos escritos dedicados a él en dos tipos de páginas web: las del colectivo pied-noir y las de los alsacianos. Nuestro protagonista de hoy, fue lo segundo, pero no lo primero.
Si van a cualqueira de los enlaces que aquí les reseño, verán que la vida del descubridor del petróleo argelino fue de película: niño extremadamente talentoso de buena familia, pero inadaptado; búsqueda de un tesoro de esmeraldas, que encontró, de los Garamantes cerca de la frontera de Argelia con Libia; patriota hasta los tuétanos, pero ignorado por Francia cuando encuentra petróleo; como Laurence de Arabia, un hombre indigenizado en el desierto; enamorado «a morir» de la francesa Corinne, pero amante de diversas mujeres en el desierto; y, finalmente, muerto -y rodeado de muertes- en extrañas circunstancias.
Frente a esta fabulosa historia, mi orgullo se resiente, pues no me explico cómo he tardado varias décadas en saber de este relato: ¿cómo puedo haber vivido tantos años sin saber que la primera vez que se señaló donde estaba el petróleo en Argelia fue en el año 1922 (parece que lo publicó en 1924)? y ¿cómo no he sabido que su descubridor fue un alsaciano llamado Conrad Kilian? No doy crédito.
Puede que la respuesta a esta omisión tenga que ver con algo que hoy en día nos parece increíble -salvo, tal vez ,a quienes tengan un inmenso concimiento de la historia de la industria del petróleo internacional. LLama mucho la atención a que en un país como Francia, aparentemente celoso de su autonomía e históricamente muy orgulloso de lo suyo, no se le hayan dedicado más relatos, textos, películas, documentales a un «héroe» de este calado. Es más, llama la atención, que quienes reivindiquen su figura sean sobre todo los colectivos pieds-noirs, que como el Cercle Algérianiste, reivindican una cultura e una identidad propia para los que fueron llamados los franceses de Argelia, o algunos alsacianos que, como es bien sabido, son de una región con, también, cultura germánica.
Como ya he dicho, Conrad Kilian, era alsaciano (aunque creo que nunca puso los pies en la región), pero no era pied-noir. No era un colono, ni su familia lo fue; era un aventurero que se fue a buscar un tesoro al Sahara y nunca formó parte de una misión organizada por o desde alguna de las instituciones francesas, aunque a veces tuviera su apoyo. Por ello, me he estado preguntando el porqué de la reivindicación pied-noir de Kilian. Y he llegado a la conclusión que tiene que ver con el olvido de Francia. Kilian, como los pieds-noirs son aquellos a los que Francia se ha dedicado a esconder bajo la alfombra. Eso es lo que les une. Aunque se debería matizar, y mucho, la cuestión de este colectivo, en el contexto de la segunda mitad del Siglo XX, el «olvido» hacia los franceses de Argelia es explicable, pero ¿cuál sería la razón para no haber hecho caso, y luego haber ignorado, al descubridor del único petróleo en el mundo que pudo haber llevado el nombre de petróleo francés?
A mi, en este primer encuentro con Kilian, sólo se me ocurre una explicación, visto que este descubrimento cronológicamente coincide con los años de creación de Oriente Medio como región petrolera internacional, el cártel petrolero anglo-americano que entonces se estaba forjando, y que acabarían siendo en 1928 las Siete Hermanas, y sus gobiernos respectivos, «obligaron» a Francia a renunciar a su petróleo. Éste, hubiera sido un exceso, difícil de controlar.
Probablemente nunca llegue a contrastar esta hipótesis, pero esta es la ventaja de un blog, frente al escrito académico, se puede especular y divagar a antojo. Dicho esto, si leen algunos de los escritos que indico o ven el programa de Decaux, verán que algunos piensan que detrás de la muerte de Conrad Kilian lo que hay es una trama petrolera de peso. Ojalá alguién que leyera este blog, siguiera esta pista…