Hoy, no pensaba dedicarme al blog, pero acabo de leer un artículo que me ha dejado ojiplática, como diría mi amiga Ire. Así que le dedicaré esta precipitada y mini entrada.
Bastaría con mencionar el título del artículo, Oil Majors Continue to Take on Debt to Pay Dividends, pues éste lo dice todo: las grandes compañías petroleras internacionales, occidentales, se están endeudando para poder seguir repartiendo dividendos a sus accionistas. Todo en esta noticia es alucinante.
En primer lugar, constatar que la pérdida de control sobre la estructura de gobernanza internacional del petróleo, con el consecuente desplome y descontrol de los precios del crudo, está pasando factura a las más grandes, de entre «las grandes». Hace muchos años que no se veía una cosa así. Asusta pensar cómo deben estar los inversores de la fiebre del petróleo o gas no convencional o que ocurrirá cuando estalle, también, esta burbuja especulativa, si ExxonMobil, Royal Dutch Shell y sus hermanas, que son las que tienen acceso al crudo de los mejores yacimientos del mundo, se han de endeudar para pagar a sus accionistas.
En segundo lugar, asusta que el sistema permita algo así. De hecho, se demonizó a las empresas públicas y estatales porque al tener una restricción presupuestaria blanda estaban mal gestionadas. Pues, ya me dirán… una empresa que ve desplomarse sus beneficios en un 60% (ExxonMobil) o en un 93% (Royal Dutch Shell) y decide pedir prestado el dinero para poder seguir pagando dividendos.
En tercer lugar, asusta pensar en quiénes serán los accionistas, pues no sólo invierten en un negocio, como se explicaba hace un año, cuyo principal activo, las reservas de petróleo, se está agotando; sino que aceptan -o exigen- que se les paguen dividendos cuando «el negocio» va mal.
En cuarto lugar, vista la experiencia de los últimos años, asusta pensar que podemos acabar rescatando a unas petroleras que o gestionaron mal su negocio o que han entrado en vías de extinción, porque, se nos dirá e intentarán convencer, sin ellas no podríamos sobrevivir: nos quedaríamos sin luz en nuestras casas, sin gasolina en nuestros coches y nuestros hijos no podrían ni ir al colegio. Por decir algo…
En fin, les inserto el gráfico que ilustra el artículo, ya que una imagen vale más que mil palabras. En él se ven las fuentes ingresos y usos del gasto de Exxon Mobil en el último año. Estas cifras indican que mientras el pago por dividendos es de 6,2 mil millones de dólares USA, la deuda y el crédito es de 5,1.
Francamente, si yo fuera accionista de alguna de estas empresas o tuviera mis ahorros en un fondo de inversión o plan de pensiones que invirtiera en estas empresas, aunque mi consciencia ecológica fuera nula; aunque fuera una negacionista del cambio climático; aunque no me importara la desigualdad energética y aunque no me interesaran ni el expolio de tierras ni la explotación de los recursos naturales, mañana, a primerísima hora, correría a la institución que me gestionara ese dinero, para suplicar que lo desinviertan, ya. No hay otra solución, eso es lo que tenemos que hacer.